El plazo era de una semana, y las madres o padres responsables salimos durante varios días a seguir las instrucciones de la planilla-guía.
Lo primero era situar la ciudad y sus barrios, luego el Colegio y las zonas en que se habían dividido.
Lo segundo, hacer una primera recorrida trazando un plano a mano alzada de las calles, con sus plazas, avenidas o cruces de FFCC, edificios representativos (Correos, Templos, Centros de Salud...).
Lo tercero, ya pasado esto en limpio, consistía en que cada alumno tomara una porción de la zona asignada y, edificio por edificio o casa por casa tomar nota de características o rasgos que determinaran la edad de la construcción y sus posibles modificaciones o subdivisiones.
Todo iba bien hasta que noté que en lugar de llamar a la puerta de las casas o edificios para hablar con las personas preguntando lo que estaba en el formulario - (antes habían sido notificados por escrito que los alumnos harían tal trabajo y llevaban identificación), los que estaban a mi cargo pasaban de largo mirando sólo la placa o el número que indica la altura de la calle donde estaba la edificación.
Anotaban con cuidado algo en un casillero no presente en la planilla original, y en mucho menos tiempo del previsto, terminaron el trabajo y me pidieron volver a sus casas.
En un primer momento me dije "estos se cansaron y pedirán volver mañana, pero aún quedan dos días...todo bien".
Al mirar la planilla, antes de devolver cada uno a su casa,noto que en la nueva columna había puesto una serie de números con su referencia al pie de página.
Como responsable de que todo fuera igual al trabajo de los demás grupos, me preocupó tal variante y quise saber qué cosa estaban haciendo.
Me explicaron que anotaron la numeración que aparecía en las placas, con un símbolo al lado de cada una.
Como mi confusión aumentaba, quise explicar de nuevo el objetivo del trabajo.
Pero ellos ya estaban un paso más adelante: habían notado que las casas más viejas tenían numeración en óvalos blancos con los números pintados en negro y todos del mismo tamaño.
Las casas remodeladas o nuevas, las placas habían sido reemplazadas por números de metal, dispuestos horizontal o verticalmente, y las a medio construir o semiabandonadas, los números pintados de cualquier manera en una chapa o directamente en la pared.
Para empezar de nuevo era tarde, por lo que dejé que ellos utilizaran ese método para estimar la "edad promedio" del barrio y los cambios desde sus inicios...
Y resultó. Fue el mejor grupo en cuanto a precisión de datos (corroborado con la Planilla de la Dirección de Catastro).
Ante mi asombro, uno de los alumnos me respondió: "no son los números...es *la forma* en que han puesto los números en cada lugar".
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