Inicio > Documentos > 2006_05_31_pintor_de_batallas
-Una noche -continuó Markovic-, un grupo de chetniks se presentó en la casa donde vivían la mujer serbia y el hijo del croata... La violaron uno tras otro, cuanto quisieron. Como el niño, de cinco años, lloraba y forcejeaba defendiendo a su madre, lo clavaron con un bayonetazo en la puerta: igual que esas mariposas en un corcho, figúrese, las del efecto del que me hablaba antes... Luego cuando se cansaron de la mujer, le cortaron los pechos y la degollaron. Antes de irse pintaron en la pared la cruz serbia y las palabras: Ratas ustachas
El pintor de batallas. Arturo Pérez-Reverte.
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