¿Has leído "El pintor de batallas"?
Pérez Reverté, habitualmente tan superficial, ahonda en su visión pesimista: la historia no es un ciclo sino una inexorable geometría oculta de la destrucción.
No me lo había leido pero me lo compré para regalarlo y ahora si lo he leido.
La historia vista como una inexorable geometría oculta de la destrucción es una síntesis estupenda del argumento principal.
Sin embargo las citas de hoy no van por ahí porque a mi lo que más me ha impresionado del libro es el sexo como elemento de destrucción. Algo que debería estar ligado al amor o al placer o a ambos, se convierte en un instrumento de tortura y muerte, de humillación y muerte,
Ya sé que es una novela, que no son historias reales, pero no puedo evitar pensar que podrían haber sucedido, que lo más probable es que atrocidades parecidas estén sucediendo ahora mismo en algún lugar de esta Tierra nuestra. Me gustaría que alguien me dijera "No mujer, esas cosas no pasan en la vida real", pero me temo que no va a suceder.
Me pregunto como es posible que una persona sea capaz de hacer sufrir así a otro ser humano, mujer, hombre, niño...
Como es posible que no tengamos de fábrica un cierto nivel de empatía hacia nuestros semejantes que evite tanto dolor.
Eso sin entrar en lo que nos pilla más cerca, las mujeres y los niños maltratados, los niños que acosan a otros niños hasta que se suicidan, los jovenes que matan a mendigos... O en el tema de la crueldad contra los animales, que al aldo de esto se convierte en pecata minuta, pero no deja de tener su aquel...
Pérez Reverte opina en la entrevista que en nuestra sociedad vivimos sobreprotegidos "en un capullo cálido, fuera de la realidad" y que nos hemos vuelto "cómodos, confortables y egoistas". Probablemente tenga razón, lo que no entiendo es porque lo nuestro es un "capullo cálido" y el resto es la "realidad". Quisiera que lo nuestro fuera "la realidad" para todos y el horror una ruptura inaceptable, irreal de la convivencia normal entre seres humanos de la que se pudiera escapar rápidamente.
PD1: Según Pérez Reverte "Necesitaba que el lector se horrorizara como yo me he horrorizado y para ello he tenido que construir una novela muy contenida, que requería un tratamiento muy cuidadoso". La verdad es que en mi caso lo ha conseguido plenamente: estoy debidamente horrorizada pero no considero que el autor haya jugado con mis sentimientos ni se haya regodeado morbosamente al contar su historia para conseguirlo. Espero que la reseña haya sabido respetar esta virtud de la novela.
PD2: el libro tiene también una reflexión muy interesante sobre si la fotografía de puro ser realista y cotidiana ha perdido su capacidad de transmitir el horror, recayendo este dudoso honor en la pintura. No estoy muy de acuerdo, pero también es cierto que leo pocos periódicos y no veo casi nunca la tele, por lo que es posible que todavía no haya sido debidamente anestesiada por el bombardeo mediático. Por otra parte, el pintor de batallas explica sus trabajos con referencias a muchos pintores y cuadros que no conozco. Así que en realidad creo que sobre esto de la pintura y la fotografía no debería opinar. Pero me da la impresión que el entender más de ambas debe enriquecer mucho la lectura. Lástima de tantas cosas que una no sabe.
Pues ya que estoy también digo algo: me quedó picando ese comentario de Ranstom.
Lo que sí sé es que el dolor está ligado al placer del sexo, y no quiero dármelas de erudita ni de conocedora ni tampoco vi (aunque sí leí con gran esfuerzo y tesón porque pesa más que collar de zapallos) el Código da Vinci, pero sí digo que:
a) el dolor es la antesala del placer para algunos, vaya a saber usted porqué ya que el ser humano es incomprensible cada día más para esta humilde abuela friki... Me sé de buena fuente que cualquier monje normalito (que haberlos haylos, dónde no sé pero ...) los días que le tocaban azotes tenían o sueños eróticos o, más sencillito, sexo ...provocado por la excitación del dolor, y luego satisfecho vaya a saber con quién, que no soy colchón para divulgar esas cosas, ni tan vieja tampoco
b) (de pie) ya lo dijo Oscar Wilde: uno termina matando lo que ama
"And all men kill the thing they love,
By all let this be heard,
Some do it with a bitter look,
Some with a flattering word,
The coward does it with a kiss,
The brave man with a sword! "
c) quisiera decir que no, que es mentira, que es miedo de cuentos de niños, que estremece y gusta y queremos oír antes de dormir sabiendo que tendremos pesadillas de las cuales despertaremos en los brazos cálidos de nuestros padres...pero no es así.
El sexo es el más grande avance "evolutivo" en la naturaleza, dicen los evolucionarios...
Pero la naturaleza es amoral. Es más, es indiferente. Los humanos inventamos la moral, y dejamos de ser indiferentes...Lo bueno o lo malo es natural: es bueno para un animal beber agua limpia, es malo beber agua con arsénico (y el arsénico es natural, obvio decirlo)
El bien y el mal son parecidos pero sólo en fonética: existen, como los colores, sólo sobre un sustrato que los soporte. Ese sustrato es el hombre. El bien y el mal nacieron con el hombre, son el hombre. Somos nosotros.
(Oh...ARNET debió cortarse hace rato ya...me ha dado la oportunidad de escribir todo esto que...mejor dejo y me voy a soñar sin permiso yo también)
Hola
No leí el libro; lo único que sí puedo decirles es que quien comete atrocidades simplemente lo hace, creo yo, porque su vida no vale absolutamente nada o lo que es peor, no tiene vida.
Y si quieres ver atrocidades en vivo y en directo y no es novela, pues vive en Buenos Aires, verás como todo eso que no puedes creer que exista en realidad es.
Idem, idem me pasa con algunas películas, que me pregunto si con la excusa de que la realidad no es la burbuja de la que habla Reverte, y que efectivamente hasta el más ingenuo sabe que no es así, algunas persiguen el horrorizarnos in-extremis como si para eso no tuvieramos a la prensa sensacionalista. Me paso eso con la francesa "Irréversible", que vale la pena ver, pero mmm... no sé, nada que contar, me horrorisé, terminé de verla y seguro que más de uno irá a filmar algo parecido, mucho presupuesto no se necesita, y muchos dirán que es una gran película porque retrata la realidad brutal tal cuál es. El pretexto es muy simple.
Sobre Reverte, bueno, diga lo que se diga por España y otros lugares, yo estoy en primera linea para leer sus libros y me queda pendiente éste que comentas.. a por él!
No leí el libro tampoco...pero basta poner "bdsm" en San Google para ver hasta dónde llega el "placer" de sufrir y hacer sufrir.
El erotismo o "sexo sugerido" no es lo mismo que el "sexo explícito" asi como el miedo sugerido en en el cine de horror, nada tiene que ver con el horror explícito de las películas "gore".
Salgo a comprar el libro.
Descalza,
En mi caso no soporto *el estilo* de Arturo, (que no es ironía: a él no le conozco y descreo de las entrevistas, en fin soy bastante amarga, ya vas viendo).
Acepto que este escritor descrea del humanismo, en cierto modo y hasta cierto punto yo también descreo del humanismo como *hoy día* es entendido, bastante lejos de lo que fuera en sus orígenes; también comparto algo de su simpatía por otras corrientes filosóficas...que jamás entenderé porque implican haber nacido, crecido y vivir en otra sociedad que no la "occidental y cristiana".
Las novelas que combinan hechos históricos con tramas de intriga y suspenso siempre me gustaron - tanto que mi nick lo debo a una de ellas -. Pero en este caso, no me gusta. Como no me gusta "El péndulo de Foucault", (ni como dije arriba "El Código da Vinci")
Pero sí me gusta Umberto Eco, y he aprendido mucho de él.
Aunque, en mi entender el post va por otro lado, hay cosas que no tienen explicación. Como el gusto por algo, o el rechazo.
Nos gusta o no nos gusta...
Sobre Arturo Pérez reverte, lo cierto es que a mi no me gusta en general lo que leo sobre él ni sus declaraciones, aunque siempre me queda la duda sobre como será él en persona. Sus novelas en cambio me suelen divertir mucho, menos la del capitán Ala Triste que abandoné porque me parecen muy largas para lo que sucede en ellas.
En cuanto a de qué iba el post, cuando lo escribí iba sobre lo que me impresionó al leer el libro.
Ahora que he reflexionado un poco más diría que me subleva esa postura que consiste en observar que algo horrible existe con distanciamiento y objetividad, como quien observa reacciones químicas en un experimento de laboratorio porque la "realidad es así" sobreentendiéndose "es así y no la podemos cambiar". Las reacciones químicas se producen así siempre porque siguen las leyes de la química, pero las atrocidades que comenten algunos seres humanos no siguen leyes inmutables de la naturaleza.
Así que no creo que la historia siga una _inexorable_ geometría oculta de la destrucción que es lo que estudia el pintor de batallas.
Creo que existe una evolución desde épocas en que determinadas cosas efectivamente parecían aceptables hasta épocas y paises en hemos sido capaces de transformar la realidad y convertirla en un "capullo cálido". No somos cómodos y confortables por haberlo conseguido. Lo que si es posible es que seamos egoistas en la medida en que no intentemos luchar por extender nuestro "capullo cálido" a más gente.
No quiero decir que crea que no existen atrocidades en la realidad, ni que crea que no existe el placer de sufrir y hacer sufrir ni que crea que no existe el dolor ligado al placer. Lo que quiero decir es que no estoy en absoluto de acuerdo en que esas son las _únicas_ realidades posibles siendo lo contrario, un mundo sin atrocidades en el que las personas disfruten y no se hagan daño, un sueño inalcanzable para todos excepto para una burbuja de privilegiados en su "capullo cálido". O algo así.
Gracias por lo de Pochoclo y Borjamari, ya lo había buscado en San Google, porque cuando ustedes ponen dos nombres religados por un "y" es que seguro o es un dúo cómico o cualquier cosa que vale la pena cucharear.
:)
..............
En cuanto "una _inexorable_ geometría oculta de la destrucción"
Va contra toda evidencia (que no dije lógica, dije evidencia) del tipo que sea.
De ser posible tal geometría oculta, _solo_ parece afectar a los humanos, y eso exige un nivel de..."inteligencia" superior al de la naturaleza (que carece de inteligencia, como de cualquier otro constructo humano).
Con eso ya basta para desarmar el argumento, o hipótesis, del libro, por lo que queda (para mí, domingo por la mañana, luego de trasnochar con amigos y acusar recibo en todo el cuerpo...) es que estamos entrando, o viviendo ya, la era del miedo. Más que por las armas, es la amenaza de armas la que nos mantiene en suspenso; más que las plagas, es la amenaza de una pandemia; más que hechos duros y puros, es algo oculto, tenebroso, destructor, sospechado pero no definido y por lo tanto imposible de controlar, lo que nos genera temor y parálisis ante el peligro en lugar de reaccionar con lógica y sentido común.
Me lo dejo para otro comment que se me termina el ATP de la neurona...
No sé si merece la pena, pero a mi me gusta esta canción que está llena de dos nombres religados por una Y...
AGAMENÓN Y LA CABRA
En una pradera idílica, placentera y rumorosa
vivía el Agamenón con su cabra Sinforosa.
Retozaban todo el día sin otra preocupación
que ordeñarla por las noches musitando esta canción:
Ay! si fueras una moza te daría un revolcón
como el César a Cleopatra, Josefina a Napoleón.
El romance terminó expropiando la pradera
y montando en su lugar una gran central lechera.
Y la cabra tiró al monte y él emigró a la ciudad
y añorando a Sinforosa, no paraba de cantar:
Ay! si fueras una moza tú me habrías sido fiel
cual Quijote a Dulcinea o los amantes de Teruel.
Y Agamenón se casó con una moza menuda
con los ojitos saltones, pechugona y bigotuda.
Retozando en la moqueta, cada noche Agamenón
la ordeñaba dulcemente, entonando la canción:
Ay! si fueras una cabra, te amaría "cago en dies"
como Romeo y Julieta o Don Juan y Doña Inés,
como el oso y el madroño o Menéndez y Pidal,
como Daoíz y Velarde, como Ramón y Cajal.
Bueno...ahora que leí el libro...tendrán que soportarme.
Todo es según la perspectiva desde que se mire.
Cuando tenía 11 años, en 1967, tuve una maestra excepcional. En los primeros días de clase, dividió el curso en grupos de cuatro alumnos y asignó a cada grupo un tema para que investigáramos durante todo el año. Así, hubo un grupo dedicado a la conquista de la luna, otro para los movimientos hippie, otro para los recursos del planeta...y así hasta el tema que nos tocó a mi y mis tres compañeros: La guerra de Vietnam.
Vietnam era hasta entonces algo muy lejano, que sólo ilustraba una sección de los noticiarios de TV acompañada con música de Stravinsky. Pero poco a poco y obligados por esta tarea, esa guerra se fue acercando a nuestras vidas. Nos convertimos en lectores de "Life", "Siete Días", "Planeta", entre otras revistas y nuestra inocencia fue una víctrima más de aquella tragedia.
Jamás olvidé los nombres de Giap y Westmoreland y de sus miradas desde aquellas imágenes en blanco y negro, jamás olvidé la fotografía de aquella niña corriendo desnuda abrazada por el napalm, que permitió a alguien ganar el Pulitzer.
Con 11 años fuimos expertos en armas, en estrategia guerrillera y en asimilar el horror de las miserias del hombre. Desde la bucólica paz del paisaje cordobés de aquellos años, nos costaba entender tanta estupidez y aprendimos que la vida, el amor y la belleza son un milagro. Un milagro que brota desde el caos sólo por instantes, un milagro al que hay que cuidar de cualquier forma.
La vida lleva millones de años de evolución y algo estamos comprendiendo de ella, pero la inteligencia apenas gatea, ¿Cuántos errores, cuántos desastres, cuánto dolor necesitaremos para ver si evoluciona?
De aquellos tres amigos sólo me queda uno, Oscar. Los otros dos fueron Gastón, desaparecido por la dictadura desde 1976 y Néstor (el brigadier Néstor López) derribado con su avión en Malvinas en 1982 y enterrado en el cementerio de Darwin.
Oscar y yo supimos desde entonces, como dice el personaje de Pérez-Reverte:"...que cualquier detalle puede cambiar la vida: un camino que no se toma, por ejemplo, o que se tarda en tomar a causa de una conversación, un cigarrillo, de un recuerdo. -En la guerra, claro, todo eso importa. Una mina que no se pisa por centímetros...o que se pisa."
Como en la terrible parábola que muestra Woody Allen en su película "Match Point", la pregunta es: ¿se puede seguir viviendo con la mochila de lo terrible si uno tiene la suerte de sobrevivir?. Allen nos introduce en su historia con las siguientes palabras: "El hombre que dijo: -preferiría ser afortunado que bueno- tenía una profunda perspectiva de la vida. La gente teme reconocer qué parte tan grande de la vida depende de la suerte, da miedo pensar que sea tanto sobre lo que no tenemos control. Hay momentos en un partido de tenis en los que la pelota alcanza a pegar en la red y por una décima de segundo puede seguir su trayectoria o bien caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue su trayectoria y ganas...o tal vez no...y pierdes.
(Si no la vieron, veanla y díganme luego si no se pusieron de parte del MAL)
Con Oscar siempre reflexionamos sobre estas cuestiones del destino, a veces nos quedamos en silencio y nuestras miradas, como las de Giap y Westmoreland paracen decir: no somos culpables, pero no podemos evitar estar acá, como si nada, mientras la guerra sigue siempre, aquí, allá, en todas partes.
El pintor de batallas deja entrever que cada una de nuestras vidas es una imagen, un momento en el caos, un amor efímero, un destino, un lugar, una espera...
Me entretuvo en este fin de semana neblinoso de Córdoba y me lo leí de un tirón, pero al reflexionar se me hicieron presentes las palabras de Eduardo Galeano: "Hay que luchar contra la cultura de la impotencia, esa herencia que nos impide volar con nuestras propias alas; contra la dictadura del miedo, que en nombre del realismo nos impone la resignación y contra la jodida tradición, que divorcia la palabra del acto".
Pues si, Eduardo Galeano dice lo que yo hubiera querido decir pero no supe, que la concisión no es lo mío: odio que intenten imponerme la resignación en nombre del realismo.
Se agradece mucho el comentario Sofocador. Mucho :)
LEO SOBRE CABRAS Y HABLANDO DE ELLAS AQUI VA LA LETRA DE UNA CANCIÓN:
LA PUTA DE LA CABRA
La cabra, la cabra, la puta de la cabra; la madre que la parió.
Yo tenía una cabra que se llamaba Asunción.
Cuando la pedía leche no me daba, no me daba.
Cuando la pedía cerveza la muy guarra se meaba.
.Cuando yo era pequeñito me daban la leche en bote.
Ahora que soy mayorcito me la saco del cipote
.Los ratones de mi casa tienen la puta costumbre
de rascarse los cojones con el gancho de la lumbre.
El dolor más doloroso, el dolor más inhumano;
es cascarse una paja con chinchetas en la mano.
El dolor más doloroso, el dolor más inhumano;
es meterse por el culo la bombona de Butano.
.El dolor más doloroso, el dolor más inhumano;
es pillarse los cojones con la tapa de un piano.
En tiempo de los romanos como no había condones
se jodían los marranos con tripas de salchichones.
.Cuando yo era pequeñito dormía con la criada;
y ahora que soy mayorcito no quiere la condenada.
Sofocador,
sin dispersarme: el nuevo enemigo de la humanidad es el MIEDO. No las armas, sino la amenaza de las armas; no la denuncia, sino la posible denuncia; no la enfermedad, sino la posible enfermedad...y así ad náuseam.
Y otrosí digo: en mi barrio nos criamos con un grupito de gurises entre los cuales estaba Miguel Angel Giménez, derribado en su avión en Malvinas...
La sigo otro día, tengo que madrugar, mañana en ayunas con la orina en un frasco, si voy puede que esté,o que no esté, o que si no me hago los análisis tenga algo, o si me los hago mi amiga la bioquímica por error use aguja contaminada con Hepatitis B...
Hola Nfer! Y? fuiste a la bioquímca? que pachóooo?? ya tenes los resultados?
Yo tengo resfrío y me duele la garganta y tengo además una toz inoportuna que no me deja dormir
besos
la cabra la cabra la puta de la cabra yo tenia una cabra q se llamaba asuncion cuando le pedia leche la muy puta me follaba y no sigo mas por q ..........................................................
la cabra la cabra la puta de la cabra yo tenia una cabra q se llamaba asuncion cuando le pedia leche la muy puta me follaba y no sigo mas por q ..........................................................
Llego tarde a este post (un mes es una eternidad en un blog), pero es que solo hace dos días que terminé de leer el libro. Me impresionó mucho, no me esperaba algo así. Pensaba que sería otra de sus novelas, pero esta es claramente "distinta". Por esto, aunque llegue tarde, repito, me apetece dejar un comentario.
En cuanto a horrorizar, yo también me he horrorizado horrores. Incluso estuve a punto de dejar la novela a medias: mi sensibilidad estaba demasiado maltrecha (quizás la tenga poco curtida, la sensibilidad quiero decir).
Pero sobre todo me ha demolido el pesimismo que destila toda la novela, "esa inexorable geometría oculta de la destrucción".
Ese hombre, Faulques, no deja resquicio alguno para la esperanza, ni la bondad, ni la compasión... ni nada bueno. Total, ¿para qué luchar por ideales nobles y buenos, justicia, paz, tolerancia y tal, si la destrucción es inexorable?
Yo no veo el mundo como ese pintor (ignoro si Pérez-Reverte comparte realmente la misma visión del mundo que Faulques, aunque leyendo los comentarios y entrevistas al escritor en su página web, entiendo que sí la comparte). Yo soy más optimista; creo que las cosas sí pueden cambiarse y mejorarse, que vale la pena luchar por ello. Claro que no he estado nunca en ninguna querra, ni he visto ni he vivido nunca nada de esos horrores que se relatan. No dudo que tener una experiencia en el campo de la gruerra, haría variar, poco o mucho, mi opinión. Y le tengo un respeto enorme a todo aquel que haya sido testigo de una guerra.
Para terminar (QUE NO SIGA LEYENDO QUIEN NO QUIERA SABER EL FINAL DEL LIBRO), me sorprendió que al final el personaje de Faulques saliera tan mal parado. Y no me refiero a que se suicidase, sino a que el muy ***** pudo haber salvado la vida de la chica, pero resulta que se entretuvo unos segundos pensando en "y si no la aviso y dejo que pase lo que tenga que pasar...", "total la chica me va a dejar de todos modos..."
¡¡¿¿Será posible??!!
De todos modos creo que es un final que da coherencia al personaje, y un buen final para la novela.
Por curiosidad, ¿alguién sabe si todos lo cuadro y pintores que Pérez-Reverte menciona en esta novela son auténticos, o ha mezclado referencias auténticas con inventadas?
Lo digo porque en otras novelas suyas, me refiero en concreto a "El club Dumas", mezcla datos reales con otros falsos, aprovechando para introducir pequeños guiños, complicidades, haciendo a parecer nombres de conocidos suyos.
Si, Faulques no deja resquicio para nada bueno. Como dice la mujer que hace de guía turística cuando visita la torre donde está el cuadro: lo que crea y lo que piensa es _maligno_.
Por otra parte, aunque yo no he vivido en ninguna guerra, no creo que el haberla vivido implique forzosamente que uno a de convertirse al fatalismo ante el horror que destila este libro. De hecho conozco a tres personas para las que eso no sucedió. Mis tres abuelos vivieron en tiempos de guerra (mias bauleos apternos , la guerra civil y mi abuela materna tuvo que exilarse en España huyendo de su país en la primera guerra mundial, se exiló en Francia después de quedarse viuda en la guerra civil española, y luchó en la segunda guerra mundial en la resistencia francesa acabando en un campo de concentración cuyo número tatuado, como las secuelas físicas, no la abandonaron nunca). Ninguno de los tres pensaba que fuera inútil luchar por conseguir una convivencia pacífica entre las personas, aunque si que creían, y yo con ellos, que esa lucha, lamentablemente, a veces acaba teniendo que ser violenta aunque la gente pacífica no quiera.
Sobre el final del libro, yo no creo que se entretuviese y por eso no la salvase: yo creo que desde el principio no quiso intervenir para salvarla y se quedó esperando, fríamente, a ver si moría o no, como habia mirado tantas veces a otras personas vivir y morir sin intervenir. Comprobando lo inexorable de la destrucción y sin querer darse cuenta de que esa muerte "inexorable" lo es porque el no hace nada por evitarla. Si lo hiciera ella moriría o no: pero él no quiere aceptar la responsabilidad de intentarlo y fracasar.
En realidad en ningún momento del libro parece que se arrepienta de no haberlo intentado: está triste por su ausencia y su muerte pero no da la impresión de que se sienta ni minimamente responsable.
En cuanto a los cuadros ya dije que no sé nada de pintura, pero cuando recupere el libro, que está rulando por la familia, intentaré hacer un post con un listado de cuadros para que los que pasan por aquí y entienden de pintura (que haberlos haylos) nos comenten algo.
Anónima, la diferencia entre tus abuelos y el personaje es que tus abuelos eran personas vivas, la decisión era seguir viviendo o echarse a morir, y en esos casos domina el instinto animal, el cerebro reptiliano que tenemos por ahí debajo de la capa de cerebro "humano".
El personaje no *tiene* ese dilema. Digo *tiene* porque no morirá: jamás ha nacido.
Es *maligno* porque _no_ es humano, todos los seres humanos somos algo de buenos, algo de malos, algo de santos y algo de demonios, por decirlo brevemente.
Faulques puede darse el lujo de ser malvado, irresponsable, carente de ética, porque esas son virtudes,defectos o cualidades aplicables a los humanos, no a sus obras, aún sean personajes de novela.
Que los hay muy bien logrados.
Nada más quería marcar la delgada línea que separa la vida real de la literaria, y sólo porque no estoy leyendo el libro...de estar haciéndolo, consideraría a Faulques un humano de carne y hueso y le aplicaría los mismos baremos.
Qué cosa curiosa, releo lo escrito y me parece que lo escribió otro...
Pues en parte tienes razón con lo de que Faulques es un personaje y no una persona. Pero Pérez-Reverte es una persona y por sus declaraciones parece que suscribe la visión de la "inexorable geometría oculta de la destrucción"...
Pues llevas razón, Anónima.
Eso parece.
Aunque así fuera, que hay evidencias constatables de que Reverté suscribe esa visión, es sólo eso.
Nunca nadie pudo ni podrá saber lo que suceda en el instante siguiente.
Algunas personas, en algún momento, avizoran el secreto de la vida, que es su increíble fragilidad...y viven.
A ellos no les afecta la geometría oculta de la destrucción ni constructo alguno: la vida siempre vuelve por sus fueros.
Anónima, lo que cuentas sobre tu abuela materna me ha impresionado. Lo dices en pocas palabras, pero debe haber para escribir varios libros con las experiencias que ella habrá vivido.
Muy interesante la observación sobre que Faulques no quisiera aceptar la responsabilidad de intertar cambiar nada y fracasar. Entonces lo que estaría haciendo este personaje es escudarse, o esconderse, detrás de la palabra "inexorable".
Y Nfer lleva mucha razón: Faulques es ficticio, no está vivo. Una cuestión fundamental. Pienso que un hombre vivo, real, aunque creyese en esa "inexorable geometría oculta de la destrucción", podría encontrar una brecha, una imperfección en la pared interior del faro, donde escabullirse y darle esquinazo al cuadro en ella pintada; es decir, darle esquinazo a la "inexorable geometría".
"Algunas personas, en algún momento, avizoran el secreto de la vida".....¡qué suerte tienen! :)
Estaba anoche con mi señora en la cama hablando de estas cuestiones inexorables y sobre las cuales uno teme hablar o no encuentra nunca el momento apropiado.
-Si algún día llego a quedar en estado vegetativo, le dije, por favor desconéctame los aparatos y desenchúfame de esos líquidos que te ponen, no quiero saber nada de eso
Entonces ella se levantó, desenchufó el televisor y me tiró la cerveza a la mierda.
(A veces el resquicio para huir de lo inexorable se encuentra en el humor, algo que Faulques se empeña en desconocer)
Sofocador, una vez planteé este tema (de los enchufes y demás torturas) a mi Cosme y me dijo:"No sé vos, yo me voy a morir de un ataque para no joder a la gente"
(fin de la conversación...)
Bueno, se ve que lo tiene claro el hombre...El asunto es que ese ataque que te dejaba "frito" en pocos segundos, no te dé cerca de un paramédico o médico entrometido que logre prolongarte la agonía en beneficio del negocio de la "salud".
Pero en verdad es un tema del que nadie quiere hablar, es como si nos creyeramos inmortales. Siempre lo dejamos para "después", como si la parca nos fuera a avisar y a esperar que nos organicemos para espichar con prolijidad.
Bueh: para darle un toque culturoso-humorístico-poético-esperanzado,voy a copiar un poema de Conrado Nalé Roxlo,("Chamico") guionista de cine, humorista, prosista y poeta argentino:
LO IMPREVISTO
Señor ,nunca me des lo que te pida.
Me encanta lo imprevisto, lo que baja
de tus rubias estrellas, que la vida
me presente de golpe la baraja
contra la que he de jugar.
Quiero el asombro
de ir silencioso por mi calle oscura,
sentir que me golpean en el hombro,
volverme, y ver la faz de la aventura
Quiero ignorar en dónde y de qué modo
encontraré la muerte. Sorprendida,
sepa el alma, a la vuelta de un recodo,
que un paso atrás se le quedo la vida
Sofocador, he notado que grandes escritores (a mi juicio)de estas latitudes son desconocidos para nuestros amigos transatlánticos.
Tal vez la historia, o los avatares políticos hacen de un artista que su fama sea mayor o menor, sin relación a su talento...y dejo que ya desvarío :p
Para citar uno (y que rime), Rubén Darío es un referente de estos lados, como lo es Machado de aquél lado del Atlántico...
Pero quedan otros, José Pedroni, Roberto Alt, Horacio Quiroga, Julio Migno, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik...
De las mujeres que escriben sigue siendo Alfonsina la que se atreve a vuelos más allá de lo "femenino" - como otra grande que aquí nos dejó su versión de San Isidro y el Labrador -.
Un autor casi desconocido,Alberto Mendóroz, nos regala un verso para cerrar este comment:
"Una puerta, al cerrarse, quiebra el cosmos...
Y nuevo soñar y divagar... Me parece que lluevo."
Hola foro!
He dado con este foro, por casualidad, como tantas cosas en la vida. Y, también, por casualidad me hallo leyendo este libro de Pérez Reverte, a quién he admirado como profesional del periodismo, pero, no tanto como escritor. Sobre todo, porque no me gusta mucho su estilo narrativo. Me recuerda demasiado al bestseller norteamericano, pensado y escrito para vender.
Lo cierto es que compré el libro porque vi el programa de Jesús Bigorra, El público en Canal 2 Andalucía, y confié tanto en el criterio de Bigorra como en los comentarios de Pérez Reverte quienes concluyeron que era una obra que se diferenciaban del tipo de literatura que había hecho hasta el momento. Más profunda. Encima, se relacionaba con el arte, así que, intrigada, estoy en ello.
De momento, no me ha decepcionado, se van perfilando los protagonistas como dos almas desgarradas y solitarias, cuyos destinos se entrelazan de una forma genial y trágica.
Veremos a ver cómo acaba.
Hola foro!
He dado con este foro, por casualidad, como tantas cosas en la vida. Y, también, por casualidad me hallo leyendo este libro de Pérez Reverte, a quién he admirado como profesional del periodismo, pero, no tanto como escritor. Sobre todo, porque no me gusta mucho su estilo narrativo. Me recuerda demasiado al bestseller norteamericano, pensado y escrito para vender.
Lo cierto es que compré el libro porque vi el programa de Jesús Bigorra, El público en Canal 2 Andalucía, y confié tanto en el criterio de Bigorra como en los comentarios de Pérez Reverte quienes concluyeron que era una obra que se diferenciaban del tipo de literatura que había hecho hasta el momento. Más profunda. Encima, se relacionaba con el arte, así que, intrigada, estoy en ello.
De momento, no me ha decepcionado, se van perfilando los protagonistas como dos almas desgarradas y solitarias, cuyos destinos se entrelazan de una forma genial y trágica.
Veremos a ver cómo acaba.