El Efecto Spaguetti (descarga en formato txt), de JJ y Rafael Merelo, es una novela corta de informática-ficción sin muchas pretensiones. Lo cierto es que a mi me enganchó, sospecho que además de por tener un buen ritmo alternando diferentes puntos de vista, porque me han hecho sonreir un montón de ideas dispersas que van dejándose caer aquí y allí al margen de la narración y que acabé esperando casi con más interés que los propios acontecimientos.
Desde el prinicipio se quedaron conmigo y es que los programadores "agobiaos" por una presentación de un programa que está en mantillas es lectura muy recomendable para cualquiera que haya participado en un proyecto de software o que quiera saber como se viven esos momentos entre bambalinas. A mi me ha hecho revivir viejos tiempos. Hubo más de un caso, pero recuerdo especialmente las pruebas de aceptación en fábrica de un sistema de control de instalaciones fijas de un metro, en el cual cuando una decía a los señores clientes allí reunidos "y al generar artificialmente una avería el icono de la bomba de achique de agua del túnel se pondrá roja" la muy pajolera se ponía de un gris apagado toda orgullosa de su comportamiento mientras una escalera mecánica se ponía en marcha solita por aquello de llevar la contraria ¡grrr! Al final acabamos simulando hasta los colores discretamente ¡y salimos del apuro! :D
Pero hay más: a mi me han gustado también, por ejemplo, la reflexión sobre la necesidad de ahorrar energía y la visión de las consecuencias del cambio climático, que se da por ya sucedido, en la vida cotidiana, la descripción de la "arquitectura" una iglesia panteista, los productos futuristas como la coca-cola ultra-ecológica y el televisor biodegradable, los problemas de los cleptómanos en un futuro de bases de datos conectatadas al estilo gran hermano... No dejan de ser pinceladas al pasar en muchos casos, pero le alegran a una la lectura.
Para muestra un botón:
Foto de Ario J en flickr
Salieron juntos de la casa, dispuestos a tomar el ascensor. La luz del pasillo se encendió en cuanto que abrieron la puerta, a la vez que se apagaron todas los aparatos de la casa, excepto los programados como "de uso continuado", como ordenadores y frigorífico. El aire acondicionado se puso al mínimo, esperando hasta media hora antes de la vuelta, hora a la que estaba programado para ponerse a potencia máxima de nuevo. Por supuesto, eso significaba hacer una cantidad de programación considerable, y una serie de operaciones cada vez que se salía de casa, pero el premio era no tener que pagar una penalización si su consumo de energía excedía el baremo asignado. Si estaba por debajo, había una bonificación.
Sin embargo, tuvieron que esperar, pues el ascensor se negó a moverse hasta que hubo dos personas más que quisieran utilizarlo, lo cual permitía un aprovechamiento óptimo de la energía. Al entrar en el ascensor, la luz del pasillo se apagó.
- Diablos, me fastidian estos ascensores inteligentes. Un día llegué absolutamente reventado de hacer footing, y se negó a subir hasta que hubiera al menos 2 personas más. Y como no vinieron en 20 minutos, tuve que continuar el footing subiendo los 30 pisos a pie - dijo Arturo.
- Gracias a Dios, - utilizaba esto como una simple frase hecha, no como una indicación de sus creencias religiosas: en tal caso habría dicho "gracias a la Naturaleza", o algo por el estilo - me han comentado que la próxima versión va a incluir un detector de sudor para los que vengan cansados y una cámara con un sistema que reconozca a los ancianos, que ya no tendrán que introducir el código ( que siempre se les olvida ) para que el ascensor los tome como tales - contestó Gary. Dirigieron agradecidos una sonrisa hacia una pareja que acababa de entrar, y el ascensor empezó a moverse.
- Sí, pero mientras tanto, es curioso lo tontos que pueden llegar a ser estos chismes inteligentes.
- Y lo puñeteros...
Sus compañeros de ascensor suspiraron, recordando seguramente experiencias similares.
Pues gracias por la reseña. ¡Es la única! La verdad, ya ni me acordaba de esos pasajes, pero es cierto que la descripción de la iglesia panteísta la hice con mucho cariño, estuve dándole muchas vueltas.
El pasaje que has enseñado, como casi todo el resto, es tremendamente ingenuo, y muy característico de la ciencia ficción novata. Pero me ha arrancado una sonrisa... lo escrito tiene su aquél, y es que te retrotrae a la persona que eras cuando lo escribiste.
El céntimo ecológico
El PSOE quiere aumentar los impuestos para combatir el cambio climático.
Si ganase el Partido Socialista las elecciones generales de marzo, los precios de las gasolinas subirían aún más. A la actual escalada del precio del crudo en los mercados internacionales se uniría el "céntimo ecológico" o "céntimo del clima", un nuevo impuesto para financiar la política contra el denominado "cambio climático" y además insisten en cerrar las centrales nucleares.
El resultado será un país dependiente del exterior en materia energética y nuevo atraso respecto a los países que han apostado por la energía nuclear, como la más segura, limpia y barata.