"AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS"
San Agustín inserta esta frase en su comentario a la Epístola a los Gálatas(IN EPISTOLAM IOANNIS AD PARTHOS TRACTATVS DECEM - II, DILIGE, ET QUOD UIS FAC: siue taceas, dilectione taceas; siue clames, dilectione clames; siue emendes, dilectione emendes; siue parcas, dilectione parcas: radix sit intus dilectionis, non potest de ista radice nisi bonum existere.)
Traducción: " si te callas, hazlo por amor; si gritas, también hazlo por amor; si corriges, también por amor; si te abstienes, por amor. Que el raíz de amor esté dentro de ti y nada puede salir sino lo que es bueno." (Homilía VII, párrafo 8)
Tenemos la leve sospecha esta bella manifestación de deseos no tiene nada que ver con el Amor entendido "normalmente". Pero la frase coló y caló hondo...
El amor " de un yo a un tu" más bien nos impone sacrificar muchas veces gustos personales en aras de dar gusto al otro - en cierta medida, claro, que todo tiene sus límites.
Platón distingue el Eros ( una fuerza a unirse con el otro) de la Philia, o amor de amigos, donde más que unidad se busca precisamente respetar la alteridad de dos personas.
Aquí está la diferencia: considerar al otro como otro, como distinto de Yo, el Tú ("alteridad"): la alteridad vista como realización del yo de cada uno.
En ese respeto por el "Tu", más que libertad de movimientos lo que se crea son incluso obligaciones para con el otro.
¿hay un "por qué" necesario para elegir estar con alguien?
Es sólo esa misteriosa necesidad de afecto mutuo, o el rechazo a una vida solitaria ...o el miedo a que la vida sea solitaria por no tener "alguien"?
Dentro de lo que consideramos como"normalidad"; está el hecho de que formar una pareja es una demostración de sanidad psicológica (al menos en nuestra sociedades occidentales) y eso también influye en nuestra decisión y momento de la elección.
Ahora, si para lograr esto, sacrificamos libertades, no creemos que esos sacrificios sean diferentes a los que hacemos para lograr un título, una posición económica o cualquier otro logro en nuestras vidas.
El quid de la cuestión es que si esos sacrificios son mutuos, harán más intensa la relación, pero si sólo son de una de las partes, ésta se constituirá en enfermiza.
Cuando la relación es desigual, cuando no hay reciprocidad, cuando el otro no busca nuestro bien o cree hacerlo pero en forma inconsulta (¿alguien puede saber si lo que hace o deja de hacer es para el bien del otro, sin informarse antes? .
Oscar Wilde dijo:
"No trates a los demás lo que quisieras que te traten. Quizá no les guste" .
Mantener el amor en equilibrio es algo muy difícil, porque no es bueno andar midiendo a cada rato el peso del sacrificio que hace cada uno, ni reclamando ajustes constantes a cada paso que damos; por eso son difíciles de explicar las relaciones entre humanos.
Quizá, sólo quizá, podamos hacer una gran división: el amor a la familia y el amor a los amigos .
Sólo porque la familia suele "venir hecha", y a los amigos podemos elegirlos, podemos pensar que las dificultades para mantener ese equilibrio serán menores...sin embargo, algo dentro de nosotros borra esa división y hace que cuando sufrimos esa desigualdad en la relación importe poco lo "socialmente correcto" y entremos en conflicto con nuestros sentimientos.
Más difícil es ahora, en estos tiempos, donde nos "amigamos"; sin ni siquiera habernos visto;siguiendo el devenir de pequeños símbolos en una pantalla, donde no hay olores, ni otras sensaciones que no sean otras que nuestro intelecto nos crea en cada momento, a pesar de que a veces un inmenso océano nos separa.
Uno se basa, en estos casos, en suposiciones, en complicados mecanismos que la razón nos permite ajustar según sea el caso, según interpretemos esos símbolos y según nuestro estado de ánimo nos permita asimilarlos.
Por ello elegimos la imagen de la hoja del Ginkgo: Goethe supo decir
"Al buscar, a tales preguntas, respuesta
encontré de verdad el sentido auténtico,
¿No sientes en mis cantos
que yo soy Uno y Dos?"
En el momento que permitimos esa división es cuando queda abierta la brecha que deja fluir la vida, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva.
Somos libres de hacernos cargo o no de ese bagaje, de dejar que esa energía nos ciegue o nos llene de energía y color...
Está en nosotros permitir que el otro sea, y tenemos el derecho a exigir reciprocidad. El ser víctima nunca fue saludable.
Hay algo que "sobrevuela" toda relación y que la hace perdurar.
Los mitos la han llamado "angel", Cupido, Karma y de muchas otras maneras que los chicos hoy resumieron como "buena onda".
En nombre de esa "buena onda"; que nace en lo que escribe, en las fotos que muestra,en su presencia constante ¡es que podemos desearle a Anafi un feliz cumpleaños!.
En cierta ocasión durante un seminario para matrimonios, le preguntaron a una mujer:
-'¿Te hace feliz tu esposo?',
¿Verdaderamente te hace feliz?
En ese momento el esposo levantó ligeramente el cuello en señal de seguridad,
sabía que su esposa diría que sí,
pues ella jamás se había quejado durante su matrimonio.
Sin embargo la esposa respondió con un rotundo
- 'No ...... no me hace feliz'
Y ante el asombro del marido... continuó:
- 'No me hace feliz ......... ¡Yo soy feliz! ...
El que yo sea feliz o no,
eso no depende de él,
sino de mí.
Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad.
Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida,
pues si mi felicidad dependiera ...de alguna persona,
cosa... ó circunstancia. ... sobre la faz de esta tierra,
yo estaría en serios problemas.
Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente. ......
el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres,
etc.
Y así podría decir una lista interminable.
A través de toda mi vida, he aprendido algo;
decido ser feliz y lo demás lo llamo...
'experiencias' ,
amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar,
escuchar, consolar.
Hay gente que dice:
- No puedo ser feliz ... porque estoy enfermo, porque no tengo dinero,
porque hace mucho calor, porque alguien me insultó,
porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró...
Pero ...lo que no sabe es que ....PUEDE SER FELIZ......
aunque... esté enfermo, aunque... haga calor, aunque... no tenga dinero,
aunque ...alguien te haya insultado, aunque ...alguien no te amó ,
o no te haya valorado .
SER FELIZ ES....
UNA ACTITUD ANTE LA VIDA
QUE CADA UNO DECIDE...!!! !!
Aunque pongamos la responsabilidad de nuestra Felicidad en otros... es una decisión de cambiar el enfoque y hacernos responsables por ello. No creo que sea una carga dicha responsabilidad, no?
DE CORAZON DESEO QUE SEAS MUY FELIZ
FELIZ CUMPLEAÑOS ANONIMA QUERIDA!!!
besitos
Chivi y La de los plumeritos
Sigo adentrándome en este sitio, cuando me tropiezo con una hoja de Ginkgo Biloba y luego todo un post y unos comentarios que hablan del amor.
Y como llego tarde y sobre el amor está dicho casi todo, mejor me centro en el ginkgo, un árbol corriente para los del otro lado del mar, pero raro aquí. Sin embargo en mi ciudad hay un magnífico ejemplar en el Jardín Botánico, sembrado a finales del XIX. Una hermosura de árbol, al que la poeta Elena Martín Vivaldi dedicó uno de sus poemas más conocidos.
Elena -a la que tuve la suerte de conocer- trabajaba como bibliotecaria en la Facultad de Derecho y, desde su ventana, podía ver al ginkgo, entablando con él, año tras año, una amistad rayana en el amor.
Elena murió en el 98 y ahora, junto al tronco del ginkgo biloba, hay una lápida con el poema.
A Elena Martín en cambio el Ginko biloba también le llamaba la atención por sus hojas pero no por ser dobles sino por el contraste entre su color otoñal y sus ramas desnudas...
Bonito poema, aunque triste, gracias por traerlo hasta este aquí, Senior citizen :-)
Es que a Elena se le ha llamado "la poeta de los amarillos", porque ese color preside mucha de su poesía.
Amarillo de las hojas, dorado de la luz...
Como en este poema titulado precisamente Amarillo.
Y se le han puesto amarillas
las hojas a mi deseo;
en medio del jardín, yo
-¡que amarillo!- lo contemplo.
O en Otoño:
Vaguedad de mi alma con el día;
las amarillas hojas del otoño,
-romance de la calle y las acacias-
por el río me arrastraran de sus oros.
O el principio de Árbol sin nombre.
Tan amarillo el árbol,
tan amarillo,
que vence el denso gris
de la lluviosa tarde.
Tan amarillo -rama-
mi corazón me arde;
apagadas cenizas
prendiendo de mi carne.
Tan amarillo el árbol,
tan amarillo,
como una rubia llama
encendida en el aire.