El día 25 era el día internacional contra la violencia de género y como aquí no nos gustan "los días de" limitados a un solo día, pues nos unimos hoy. Además los dos anuncios de facebook, así juntitos, los vi ya el día 26 así que igual no hubiera llegado a tiempo.
Para mi esos anuncios fueron como una magdalena visual a la Proust con banda sonora y todo: me recordaron una canción en la que no pensaba desde hace muuucho pero que durante años me sirvió para reflexionar sobre las injusticias y las diferencias:
¡Qué vida más diferente la suya y la mía, Sr. Presidente! de Quintín Cabrera que escuchaba en una cinta (de esas magnéticas) que no sé bien donde conseguí del disco "Yo nací en Montevideo" que al parecer ahora está descatalogado
Basta con parafrasear las estrofas con situaciones actuales. Ahora me da pereza, pero está claro que hay materia para hacerlo partiendo de la foto.
Qué vida más diferente la de la mujer preocupada por sus uñas, y la posible víctima de una lapidación. Pero también qué vida más diferente la de una mujer trabajadora o la de una mujer profesional o la de un ama de casa.
Y todas ellas lamentablemente, qué vidas más diferentes de las de los hombres que las rodean. Todas ellas o casi, víctimas de un cierto grado de discriminación aceptado o no. La mujer amenazada de lapidación es claramente víctima, pero la que debe preocuparse de la belleza de sus uñas, o de su belleza en general, para ser aceptada también es víctima aunque no sea, quizá, tan claro ni por supuesto, tan tremendo.
¿Cuántas mujeres hay en el mundo que son tratadas como seres inferiores, buenas solo para trabajar o para servir de objetos "decorativos"? Y lo que es peor ¿cuántas acaban aceptándolo y transmitiéndolo a sus hijas?
¿Cuántas mujeres hay en el mundo que realmente vivan en igualdad de condiciones con sus compañeros?
¿Qué precio pagan las sociedades qué desperdician la mitad de sus recursos humanos con respecto a aquellas sociedades en las cuales todas las personas (o casi) aportan a la riqueza de la sociedad según su capacidad?
¿Cuál es el precio a pagar por las mujeres que persiguen la libertad, la igualdad y la fraternidad en las sociedades que lo permiten legalmente pero no creen en ello de verdad?
¿Cuál es el grado de concienciación sobre la existencia de discriminación a las mujeres y sobre sus consecuencias económicas, sociales, personales...?
Solo voy a reponder con un ejemplo a la última pregunta. Las mujeres en Kenia
no tenían derecho a la propiedad hasta que se ha aprobado la
nueva constitución en 2010. Así que si quedaban viudas, su familia política podía dejarlas sin casa a ellas y a sus hijos. Sin embargo, la wikipedia definía a Kenia como una república parlamentaria democrática y solo se mencionaban como un problema la existencia de leyes opresivas de origen colonial que limitaban la libertad de expresión y el derecho de reunión. De las leyes tradicionales discriminatorias contra las mujeres ni una palabra.Pues eso...
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